Salmo 46(45), 2-3.5-6.8-9
“El Señor es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre pronta en los peligros.
Por eso no tenemos, aunque la tierra se conmueva y las montañas se desplomen hasta el fondo del mar.
Los canales del río alegran la Ciudad de Dios, la más santa Morada del Altísimo.
El Señor está en medio de ella; nunca vacilará; él la socorrerá al despuntar la aurora.
El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro baluarte es el Dios de Jacob.
Vengan a contemplar las obras del Señor, él hace cosas admirables en la tierra.
“Pues contigo aplastaré ejércitos, con mi Dios escalaré montañas, él adiestra mis manos para la batalla, y en mis brazos para tensar el arco de bronce”.
(2 Samuel 22:30,35)
“¿ Quién nos separará del amor de Cristo?. Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre; o desnudez, o peligro, espada?. Tal como está escrito: por causa tuya somos puestos a muerte todo el día; somos considerados como ovejas para el matadero. Pero todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amo. Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es Cristo Jesús Señor Nuestro”. (Romanos 8:35-39).
Debes recordar siempre que Dios puede ayudarte de muchas formas y Él puede manifestar su poder y soberanía para darte la victoria mediante una intervención directa en tu vida. EL tiene muchas formas de ayudarte a vencer en medio de tus luchas para cambiar porque el es mayor que cualquier situación difícil que enfrentas.
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